Por Fiestas Patrias
Acaban de pasar las festividades por el aniversario de nuestro hermoso Perú y como todo buen peruano, busqué alguna manera de pasar al menos un día con los amigos. Fue así como entre ideas, sugerencias y muchas cuentas, conseguí agrupar a un puñado de amigos íntimos de la iglesia. Fuimos en total 8 personas, a las cuales se sumaron mis dos hermanos y la popular "tía Blanta". La reunión empezó a las 2pm, más o menos, con la llegada de la "Tía Tarina", Evelin y "Giantarlo". La parrilla estaba casi lista, limpia y curadita con grasita de pollo y cebolla. De rato en rato iban apareciendo los invitados, y al final -como siempre- llegaron los Terrones. Las presas de pollo iniciaron el desfile inmensurable de comida ese día, seguidas por hot-dog's y papas con varios tipos de cremas, siendo la estrella la crema de pimientos que realmente causó sensación y la innovadora mayonesa en ají que impactó a muchos.
El ambiente, como no podía ser de otra manera, estuvo amenizado por música criolla y bailable, todo cargado en MP3. Los Hot-Dog's se acabaron y después de un receso vinieron los chorizos, las papas doradas y más Hot-Dog's, para darle pase al DVD de Madagascar, que divirtió a todos, inclusive a quienes lo habíamos ya visto. Como plato final llegó el tan esperado cerdo, en forma de chuleta, con ensalada como guarnición. Para entonces, Stally ya quería irse, alegando haber dejado sola a su hermana en su casa.
El ambiente, como no podía ser de otra manera, estuvo amenizado por música criolla y bailable, todo cargado en MP3. Los Hot-Dog's se acabaron y después de un receso vinieron los chorizos, las papas doradas y más Hot-Dog's, para darle pase al DVD de Madagascar, que divirtió a todos, inclusive a quienes lo habíamos ya visto. Como plato final llegó el tan esperado cerdo, en forma de chuleta, con ensalada como guarnición. Para entonces, Stally ya quería irse, alegando haber dejado sola a su hermana en su casa.
Vimos además la película "Franjas: La cebra corredora" y fue entonces que, con pocos soles pero mucho cariño, le conseguimos un pastelito con un par de velas, que por error indicaban dos años menos de la agasajada. Yo asumo la culpa. Fue así como pasamos este último 29 de julio, entre amigos, mucha comida, risas y música criolla, entre películas, fotos y bromas. Así fue como pude acostarme esa noche con la satisfacción de haber podido reunir a mis mejores amigos de la iglesia y haberlos hecho experimentar un feriado agradable y difícil de olvidar. Una vez más, el esfuerzo valió la pena. Muchachos, los quiero mucho. Charito, me cambiaste la vida, te amo con todo mi corazón.
Hasta la próxima.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home